l

la fundación es una organización sin fines de lucro que se propone contribuir al mejoramiento de la la vida de las personas, organizaciones y comunidades

Como organización forma parte de una Red Internacional que reúne personas y grupos de Francia, Alemania, Suiza, España, Brasil, Colombia, que promueve la Economía Solidaria, el Desarrollo Social Local, la Salud Comunitaria, el abordaje colaborativo de los conflictos, los Diálogos Públicos y las formas creativas de abordar los desencuentros humanos

Podrán visualizar más en detalle algunas de estas dimensiones en nuestro site: www.moiru.com.ar

diciembre 01, 2007

educacion y democracia

Es frecuente encontrar, en las opiniones de quienes se oponen a la "democracia formal", una tendencia a poner siempre las cosas en blanco y negro. De un lado estan los buenos y del otro los malos.
Del lado de los malos, estan los paises mas desarrollados de occidente y su tendencia a imponer sus visiones politicas y economicas.
del lado de los "buenos" estan todos los "oprimidos", los paises que han sido mantenidos en la miseria, en la exclusion del consumo y en condiciones de vida lamentables.
sin embargo en esa tendencia a remarcar los trazos, se mete en la misma bolsa y se mezcla a todos... como si fuera igual un pais de latinoamerica, pobre economicamente que un pais encerrado en el mas duro de los fundamentalismos.
Tiene sentido, para atacar a la politica imperialista de los EEUU, justificar sucesos como estos?
Recordamos las ventajas de la democracia cuando en nuestros paises un docente puede expresar sus opiniones sin miedo a ser lapidado o azotado?
las visiones simplistas, con frecuencia sirven para alimentar la tolerancia a los peores productos de la humanidad.
Sera que -hoy- la cuestion pasa por tolerancia y comprension vs intolerancia, fundamentalismo y exclusion de lo diferente?
miren la historia de la maestra inglesa...
Muerte a la maestra «infiel»
POR PAULA ROSAS CORRESPONSAL. EL CAIRO
Quiso empezar una vida nueva en un lugar exótico. Pero anoche, mientras era trasladada desde la prisión sudanesa de Omdurman a un lugar secreto para evitar ser linchada por una turba de manifestantes furiosos, Gillian Gibbons probablemente recordó con nostalgia la monotonía de su Liverpool natal.
Se había separado de su marido este mismo año. Con los 54 años ya cumplidos y dos hijos en la veintena, Gillian Gibbons estaba lista para un cambio radical. «Se suponía que esto iba a ser un nuevo comienzo para ella», relataba una antigua compañera de la maestra británica en las páginas del «Daily Telegraph». Cuando aceptó el trabajo en una de las escuelas más elitistas de Jartum, el Unity High School, no imaginó que la historia fuera a acabar así.
Ayer miles de personas recorrían las calles de la capital sudanesa cuchillo en mano, pidiendo su ejecución. La pena de quince días de cárcel y posterior expulsión del país a la que la ha condenado un tribunal de Jartum por «insultar a la religión» ha sabido a poco entre los sectores más radicales de la conservadora sociedad sudanesa.
Ignorancia o ingenuidad
Ignorancia o ingenuidad. Los que trabajaban con ella no se ponen de acuerdo sobre cuál de las dos pecó la maestra. No llevaba ni dos meses en Sudán cuando el pasado septiembre propuso a sus alumnos de seis y siete años un nuevo juego. Debían poner nombre a un oso de peluche, que se convertiría en un nuevo compañero en clase.
Los niños eligieron Mahoma (Mohamed en árabe), el nombre del profeta del Islam, pero también el más común entre los hombres musulmanes. A ella le pareció perfecto.
«Le dije que era algo muy delicado, pero ella era completamente inocente, casi ingenua», explicó a los periodistas el director del centro, Robert Boulos. La maestra había preparado incluso un diario para que los niños, que podían llevarse a la mascota a casa los fines de semana, redactaran qué habían hecho con el oso. En la portada pegó una foto del muñeco con un cartelito que leía: «Mi nombre es Mahoma».
Según la «sharia» ley islámica, que fue impuesta por el presidente Omar al Bashir cuando subió al poder en Sudán a principios de los años 90, está prohibido representar en imágenes al profeta.
El director del centro no fue el único que vio las señales de alarma en el inocente juego. Una madre británica que lleva a sus hijos a este colegio ya le había advertido del peligro que corría. «Pero acababa de llegar a Sudán. Era idealista. No se dio cuenta de que podía convertirse en un problema», explicó al diario británico «The Guardian».
Afortunada
Gibbons podía haberse enfrentado a seis meses de prisión y cuarenta latigazos por su crimen. Los conocedores del país consideran que, dentro de lo que cabe, la maestra ha tenido suerte. Mientras el tribunal le imponía una sentencia de quince días de cárcel, en la puerta del juzgado otro condenado cumplía su pena siendo azotado con un látigo.
Pero a nadie se le escapa que la ingenuidad de Gibbons ha llegado en el peor momento, cuando las relaciones entre el gobierno sudanés y los países occidentales pasan por un periodo espinoso. Europa y Estados Unidos han presionado a la ONU para que intervenga en Darfur. Jartum lo considera una injerencia en sus asuntos internos.
Según reconocen algunos expertos, la «maestra del peluche», como la ha denominado la prensa sensacionalista no deja de ser más leña para el mismo fuego.

Powered by ScribeFire.